Cuando algo se termina en nuestras vidas, el Espíritu Santo quiere aprovechar para hacer nacer algo nuevo, para ayudarnos a iniciar una nueva etapa.
Si nos hemos equivocado, si hemos fracasado, si hemos sido humillados, eso no es la muerte. Tampoco es el fin del mundo. Sólo es el fin de un mundo. Pero con el poder y el amor de Dios podemos crear otra vida nueva; otro mundo puede nacer. En medio de una humillación Dios nos invita a amar la vida, a asumir nuevos desafíos. Pero no se trata de conformarnos con cosas insignificantes. Aunque nos hayamos equivocado tenemos derecho a iniciar cosas grandes, que valgan la pena. ¿Por qué no? Quizás la humillación que hemos sufrido sea una purificación que nos prepara para algo más hermoso. No hay que dejar de confiar en las posibilidades que Dios ha sembrado dentro nuestro; hay que atreverse a más, ir por más, buscar algo más.
Cuando empequeñecemos nuestra vida, atrofiamos nuestras capacidades, y no es eso lo que quiere hacer el Espíritu Santo en nosotros.
Nunca hay que dejarse morir, porque creemos en un Dios de la vida, que no nos quiere medio muertos. Ninguna humillación tiene el derecho de arrasar con esa vida que Dios ama. Al contrario, de las cenizas, el Espíritu Santo puede hacer surgir maravillas, si nosotros aceptamos el desafío.
Suscríbete a nuestro boletín de servicios diarios. Evangelio, Meditación y Santoral en un sólo mensaje.
NOTICIAS
I Congreso de Estudiantes de Enfermería: Liderando el cambio desde el cuidado
El jueves 02 de octubre, dio inicio el I Congreso de Estudiantes de Enfermería, organizado por la Sociedad Científica de…
Empezó la quinta edición del INNOTEC, CONECTANDO MUNDOS: Tecnología, Diseño y Sociedad
El pasado jueves 02 de octubre, dio inicio el esperado congreso INNOTEC 2025, organizado por el Centro de Estudiantes de…
La UC fue premiada por 7° ocasión con el Gran Premio Ranking de Marcas 2025
La Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” fue la ganadora por séptimo año en la categoría de Universidad Privada…

