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Síndone y Sudario cubrieron el cadáver de la misma persona
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Síndone y Sudario cubrieron el cadáver de la misma persona

«Desde el punto de vista de la Antropología Forense y de la Medicina Forense, toda la información puesta al descubierto por la investigación científica», en relación con la Síndone de Turín y con el Sudario de Oviedo, «es compatible con la hipótesis de que Síndone y Sudario cubrieron el cadáver de la misma persona», con todos los traumatismos y lesiones que sufrió Jesús de Nazaret, según la narración de los Evangelios. Lo afirmó el médico forense español Alfonso Sánchez Hermosilla, en el Congreso anual del Centro Internacional de Sindonología, que se llevó a cabo en febrero de 2015, en la ciudad de Turín, dedicado a la actualización sobre los «principales temas» relacionados con la Síndone.

Se trata de un encuentro reservado para los miembros del Centro, y este año también participaron grupos y organizaciones que en todo el mundo colaboran con el Centro de Turín. Hubo más de 300 estudiosos y expertos de Francia, Inglaterra, España, Perú, México, Brasil y Bolivia. «También en esta ocasión», explicó Gian Maria Zaccone, director científico del Museo de la Síndone, «en el centro del debate y de las intervenciones, no se encuentra el tema de la autenticidad de la Tela. El objetivo del encuentro es ver el estado de la cuestión sobre algunos temas de la investigación sindónica que requieren mayor profundización, como, por ejemplo, el papel de la investigación palinológica y el significado de la investigación histórica e informática sobre la Síndone».

Entre los expertos se encontraba Sánchez Hermosilla, director del EDICES (Equipo de Investigación del Centro Español de Sindonología) y médico forense que ha continuado con los estudios que emprendió en los años 60 monseñor Giulo Ricci sobre el Sudario de Oviedo. «La similitud en la morfología de las manchas y el tamaño de las mismas, con la Síndone de Turín» hizo pensar a Ricci «que, efectivamente, había dado con la reliquia que menciona San Juan. Desde el punto de vista de la Antropología Forense y de la Medicina Forense –explicó Sánchez Hermosilla–, toda la información puesta al descubierto por la investigación científica, es compatible con la hipótesis de que Síndone y Sudario cubrieron el cadáver de la misma persona».

El Sudario de Oviedo es una reliquia que se conserva en la Catedral de “El Salvador” en la ciudad española; se encuentra en la Cámara Santa utilizada como capilla del palacio durante el reino de Alfonso II “el Casto”, un edificio anexo al palacio y que fue construido con la intención de albergar el Sudario y otras reliquias por el mismo rey. «Este lienzo se encuentra en esta región del norte de España desde los años 812 ó 842, según los historiadores», y la reliquia «está confeccionada en lino, y tiene un tamaño aproximado de 84×54 centímetros». La estructura textil de la Síndone y del Sudario «tienen igual composición, concretamentelino, idéntico grosor de fibras, están hilados a mano y con torcedura en “Z”, aunque han sido tejidos de diferente manera: sarga en espiga para la Síndone y trama ortogonal, (tafetán) para el Sudario».

En el Sudario no hay nada parecido a la imagen misteriosa que se encuentra en la Síndone, que se produjo después de que el cuerpo envuelto en la sábana lo manchara con sangre y fluidos. Hay solo huellas de sangre y otros fluidos corporales «procedentes de un cadáver humano, como ya determinó en el año 1985 el Dr. Pierluigi Baima Bollone, confirmando que además, la sangre era del grupo AB, dato que fue corroborado con posterioridad por el Dr. José Delfín Villalaín Blanco».

«El estudio morfológico de las manchas presentes en los dos lienzos –afirmó Sánchez Hermosilla– manifiestan un evidente parecido entre ellas, la causa se debe a que el cadáver que las originó fue tratado con mucho cuidado en ambos casos». Claro, admitió el especialista español, «Debe tenerse en cuenta que este parecido morfológico entre las manchas de sangre no tendría por qué darse obligatoriamente: cabezas distintas pueden dar manchas muy parecidas y la misma cabeza puede dar manchas muy distintas. Sin embargo –insistió–, ambas formaciones se corresponden muy bien, tanto en posición relativa como en tamaño superficial, a lo que cabría añadir la concordancia de las distancias entre las lesiones maculantes que originaron las manchas si comparamos ambas reliquias».

Sánchez Hermosilla hizo notar que el Sudario de Oviedo «pudo cubrir el rostro del cadáver con anterioridad» a la Síndone de Turín. «Desde el punto de vista de la Medicina Forense –explicó–, aparece un elevado número de concordancias entre las lesiones que se aprecian en la imagen sindónica, y las que se pueden observarse en el estudio criminalístico del Sudario de Oviedo. Todas estas lesiones además, son concordantes con los hallazgos que, en su día, realizó el STURP mediante el uso del VP8».

Entre las evidencias más importantes, según el médico español, está las manchas de sangre atribuidas a las espinas de la corona que «aparecen en ambas reliquias con una gran similitud en la distancia que las separa entre sí». La superficie «ocupada por la nariz en ambos lienzos es muysimilar, en el Sudario de Oviedo ocupa un área de 2.280 mm2, y en la Síndone es de 2.000 mm2. Asimismo, hacia la mitad de la región derecha de la nariz aparece una zona inflamada con una superficie de 100 mm2en el Sudario y 90 mm2en la Síndone».

Además, una de las manchas del Sudario de Oviedo «parece compatible con algunas de las heridas ocasionadas por Flagrum Taxilatumen la zona derecha del cuello, y resulta ser compatible con algunas de las improntas de la Síndone de Turín atribuidas a esta misma causa. En la región occipital aparecen manchas de sangre vital, es decir, que se vertió cuando el condenado estaba aún con vida, son muy similares en ambos lienzos, y parecen relacionarse con lesiones punzantes en cuero cabelludo, además resultan ser concordantes con las que produciría una corona de espinas».

«A la altura de la 7ª vértebra cervical, o “vertebra prominens” –continuó el estudioso español–, en el Sudario de Oviedo aparece una mancha que adopta la forma de una mariposa, y que se pudo originar como consecuencia de coser cuidadosamente el lienzo ovetense al cabello del cadáver embadurnado con sangre aún fresca. Esta forma de coser el lienzo a la cabellera ocasionó que esta adoptase la forma que puede apreciarse en la imagen sindónica y que algunos autores creyeron identificar con una especie de coleta, o incluso trenza, constituyendo otra pruebamás de la influencia que el uso previo del Sudario pudo tener sobre la Síndone. A ambos lados de esta mancha, aparecen otras ocasionadas por fluidos cadavéricos, y que resultan similares en Síndone y Sudario».

Sánchez Hermosilla también afirmó que en el Sudario de Oviedo hay una mancha que se encuentra precisamente en la esquina inferior izquierda del reverso de la tela, «que podría haberse producido como consecuencia del orificio de salida de la lesión ocasionada por la lanzada, dicha mancha tiene su equivalencia en la Síndone de Turín, y podría haber pasado desapercibida hasta la fecha por susimilitud morfológica con las manchas atribuidas a la flagelación. Además de esta mancha, aparecen signos indirectos de la lanzada, tales como los abundantes coágulos de fibrina que aparecen en las denominadas mancha difusay mancha en acordeón».

Las reconstrucciones tridimensionales del rostro del hombre de la Síndone corresponden con las manchas que se encuentran en el Sudario de Oviedo. «Tras conocer las proporciones craneométricos que aparecen en ambas reliquias, y una vez realizada su comparación, se comprueba que son concordantes, lo que ha permitido al escultor D. Juan Manuel Miñarro López realizar una reconstrucción del rostro del Hombre de la Síndone, dicha reconstrucción es absolutamente compatible conel rostro del Hombre del Sudario, no sólo en sus proporciones antropométricas, sino también en las lesiones traumáticas que presentan ambos».

«De hecho, incluso se verificó la compatibilidad del rostro una vez esculpido, pues se cubrió con tinta en las regiones anatómicas que aparecen manchadas de sangre en el Sudario de Oviedo, sobre ellas se aplicó un lienzo y se ajustó cuidadosamente, para a continuación retirarlo y comprobar el resultado; las improntas resultantes resultaron ser muy similares a las que aparecen en el lienzo ovetense».

Para concluir, explicó el médico español, incrustado en un coágulo de sangre que proviene del Sudario de Oviedo, «se ha descubierto un grano de pólen que ha sido identificado morfológicamente por la Bióloga del EDICES, Doña Marzia Boi, como perteneciente al género botánico “Helicrisum”, y es compatible con otros pólenes análogos encontrados por otros investigadores sobre la Síndone de Turín. Este hallazgo, además de suponer una nueva concordancia entre ambas reliquias, podría corroborar la hipótesis de Doña Marzia Boi de que parte de los pólenes podrían haber llegado a los lienzos procedentes de los ungüentos con que fue amortajado el cadáver».

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